¿Qué tiene un chigre que no tengan los demás?

 En Asturias hay bares … y luego está el chigre.

Que sí, que desde fuera igual parecen lo mismo, pero no. Un chigre es otra historia.

Un bar cualquiera te sirve lo que pidas, pero en un chigre… te enseñan a beber sidra como Dios manda. Aquí no hay vaso lleno hasta arriba, ni burbuja artificial. Aquí hay culín, escanciado y ese “¡puxa!” que te suelta el camarero mientras cae el chorro desde medio metro.

En un chigre no te sientas solo:

• Si hay mesa libre, la compartes.

• Si hay conversación, te metes.

• Y si hay plato de chorizo a la sidra pasando… igual acabas probando aunque no lo hayas pedido.

Otro detalle: en un chigre siempre hay algo pasando. Una espicha improvisada, un paisano contando batallinas, o alguien enseñando a un turista a escanciar y salpicando media barra (pero todos aplauden igual).

En resumen: un chigre no es solo un sitio donde comer y beber…
Es un pedazo de Asturias en cada trago, un lugar donde te vas con más amigos de los que tenías al entrar y, probablemente, con ganas de volver mañana.

📍 Pásate por Chigre, que aquí no eres cliente: eres de la casa.