Aquí no se bebe sidra… se vive
En Asturias, la sidra no es solo una bebida: es una excusa para juntarse, un símbolo de hospitalidad y, si me apuras, casi una religión de la buena.
Y en Chigre hemos decidido que esa experiencia no se quede en la botella, sino que se viva de principio a fin.🍏 El arte del culín
Si nunca has probado la sidra asturiana servida como manda la tradición, lo primero que vas a notar es que no te llenamos el vaso.
No, no es que seamos tacaños… es que te estamos dando un culín.
Ese pequeño sorbo (unos 100 ml) se escancia para oxigenar la sidra y despertar todos sus aromas. Así, cuando lo bebes de un trago, te llega fresco, con un puntito ácido, burbujeante y lleno de sabor a manzana.
En Chigre el escanciado no es un trámite: es casi un espectáculo.
Ver al camarero levantar la botella por encima de la cabeza, apuntar con pulso firme y dejar caer el chorro al vaso desde 30 centímetros de altura… eso es magia líquida.
😏 Un momento que sabe mejor acompañado
Lo bonito de la sidra es que rara vez se bebe solo.
Aquí el plan perfecto es pedir una botella, sentarte en una mesa larga, conocer a quien se siente a tu lado y dejar que la conversación fluya entre culín y culín.
En la barra siempre hay alguien que se sabe un par de chistes, o que te va a explicar —con mucha pasión— por qué “la sidra de casa es la mejor del mundo” (y oye, puede que tenga razón).
Y sí, el olor que llega desde la cocina es el del chorizo a la sidra burbujeando… porque un culín sin algo de picoteo se queda huérfano.
📚 Un poquito de cultura sidrera
Para que no te vayas solo con el sabor en la boca, te dejamos tres datos rápidos para que presumas en la próxima sobremesa:
-
El escanciado no es postureo: rompe la sidra, libera carbónico y realza el aroma.
-
El culín se bebe de un trago: si lo dejas en el vaso, pierde la gracia.
-
La sidra natural asturiana no lleva burbujas añadidas: todo es fruto de la fermentación de la manzana.
💚 Ven a vivirlo
En Chigre queremos que sientas Asturias, aunque estés a kilómetros de distancia.
Que cierres los ojos al beber, escuches las risas de fondo, el chorro cayendo y el murmullo de la gente… y pienses: “esto no me lo da cualquier bar”.
Así que ya lo sabes: aquí no se bebe sidra… se vive.
📍 Te esperamos en Chigre. La sidra no se escancia sola.
No hay comentarios: